El CB Caldetes, en el partido más consistente que se le recuerda, sumó su duodécima victoria consecutiva ante el Valldemia.
El partido vio un arranque fulgurante de los Stauffers, que con un 6-0 obligaron a los visitantes a pedir su primer tiempo muerto. A partir de ahí, Valldemia lo intentó todo, desde una zona 2-1-2 hasta el kárate press, pero el "tractor amarillo" estaba lanzado y, gradualmente, fue atacando mejor la zona, dando un pase más cada vez y consiguiendo tiros claros. A més a més, los intentos de presión a que le sometió el rival se quedaron en eso, intentos, entre otras cosas gracias a los ensayos previos que habían estado entrenando durante toda la semana. En consecuencia, y de una forma que no se le había visto aún al Gil Stauffer en lo que llevamos de temporada, la ventaja fue incrementándose poc a poc, hasta llegar a los 17 puntos finales.
Fue fundamental también el poderío bajo los aros de la escuadra local y el buen hacer colectivo en general. Sí, sí, habéis leído bien: por una vez el "ataque palomero" no fue el único argumento ofensivo del equipo. Rishard y Juanca salieron de la presión con eficacia, Agus metió 4 triples, Sales y Yao dieron más miedo bajo las zonas que si se hubieran puesto una máscara de "La pulpo de Masnou" y Germán y Juan cumplieron como casi siempre. Así, los siete magníficos, aupados, no conviene olvidarlo, por los ánimos de Carles "dónde coño está Santi con mi traje" Mauri, es normal que jugaran como lo hicieron: con maestría y coraje. Olé.
La semana que viene nos jugamos la liga, el ascenso, el orgullo, la honra, y lo que apostemos, en la cancha del Jesus Maria. Sábado, a las 19h. Ante la incertidumbre de si el segundo tendrá alguna opción de subir de categoría, este partido se revela fundamental, épico, inenarrable...es la auténtica final de liga, el partido del siglo de territorial. Los fans y groupies que se mueran por venir, por favor pónganse en contacto con el secretario técnico del club para ver cuantos buses fletamos finalmente.