La suerte, como las cañas, está echada

Buenu, nens, nos quedan tres partidos antes de Navidad. Esta semana hay descanso. A la siguiente, nos vamos a Bufalà. A la otra descanso otra vez, y luego viajamos al campo del Badalonés y recibimos en nuestra imbatida cancha al Argentona, para despedir el 2005.

Por delante sólo tenemos al invicto Tiana, que se deshizo de Valldemia (al menos así nos empatan a dos derrotas), y al Llavaneres (una desfeta), pero éstos aún no se han enfrentado a nosotros, y ambos cuentan con un partido menos. Con dos derrotas estamos St. Vicenç, Jesus Maria de Badalona, Valldemia y nosotros. Total, que seguimos en la brecha, pero ahora a dos partidos del ascenso directo.
Esta semana se enfrentan el Tiana juega contra el Jesus Maria de Badalona, en la jornada 10, contra el Llavaneres y en la 12 contra el St. Vicenç. En todos estos "combates", sea cual sea el resultado, sacaremos algo positivo. O acercarnos al liderato, pero junto a muchos equipos, o quedarnos algo más en solitario pero nunca más allá de la segunda plaza. ¡Ah! Se me olvidaba: para ello antes habrá que GANAR nuestros partidos.

Y, de nuevo, se hizo la oscuridad

2ª derrota, debida a muchos motivos:

1) Éramos 8, de los cuales:
-1 semilesionado
-2 que jugaron muy poco debido a que se cargaron de personales

2) En palabras de un rival: "l'àrbitre us ha cosit"

3) Fallamos mil tiros libres, perdimos mil balones, defendimos de pena: en resumen, que no jugamos excesivamente bien.

¿Cómo pasar de ser (teóricamente) mejores que el rival a ser (en la práctica) peores?

La realidad es que defendemos fatal, pero fatal, tanto en la defensa al hombre de balón como en las ayudas, por no hablar de los bloqueos. No es menos cierto que nos creemos mejores que los rivales(en ataque quizá sí) y eso pasa factura. Porque por muy bien que ataquemos, alguna fallaremos, mientras que nuestra defensa permite que anoten una canasta tras otra por muy limitados que sean técnicamente, ya que sólo nos falta ponerles la alfombra roja. De esta manera tan tonta, los rivales acaban siendo mejores que nosotros. Ostias, qué sencillo, ¿no? Matemática pura.

Hay que despertaarrrrrrrrrrrrrrr!!!!!!!!!